Hilos tensores

La colocación de hilos tensores intradérmicos es una técnica no invasiva que consigue un efecto de tensión y re-densificación de la piel, más suave que un lifting quirúrgico, pero más natural. Los hilos tensores intradérmicos consiguen así tensar y mitigar las arrugas y la flacidez del rostro y del cuerpo.

¿EN QUÉ CONSISTE?

En el caso de los pómulos, colocamos unos hilos tensores intradérmicos que van desde la zona anterior de la oreja hasta el surco nasogeniano (el surco que se forma entre la nariz y la boca) y hasta el lateral del mentón. De este modo, conseguimos recolocar el pómulo en su posición original, tensando y reafirmando el óvalo facial.

Los hilos están fabricados en un material 100% biocompatible y son totalmente reabsorbibles. Es por ello que las reacciones alérgicas son muy excepcionales, permitiendo la incorporación a la vida cotidiana de forma inmediata. El tratamiento se realiza en la misma consulta y se prolonga durante unos 40 minutos aproximadamente. Es un tratamiento ambulatorio que solo requiere anestesia tópica.

¿QUÉ PUEDO ESPERAR DEL TRATAMIENTO?

El mecanismo del hilo es un efecto de tensión muy duradero a largo plazo, alrededor de 18 meses. Su efecto es muy rápido, aparece a partir de los quince días o un mes de su colocación y alcanzan su máxima tensión a los tres meses de su implantación. Los hilos son capaces de estimular la formación de colágeno y elastina, por lo que mejora la calidad de la piel y su flacidez. Está indicado para personas a partir de los 35 años, cuando aparecen los primeros signos de flacidez o bien como tratamiento preventivo o reparador del descolgamiento.