El láser corrector de cicatrices es un tratamiento destinado a mejorar el aspecto de las cicatrices o marcas de la piel, ya sean producidas por acné, por heridas, por quemaduras o por otro tipo de lesiones.
La aplicación del láser no es dolorosa y consiste en desplazar la luz del láser (emitida desde un aparato especializado) por la cicatriz para disminuir las lesiones de las primeras capas de la epidermis y suavizar las irregularidades cutáneas, así como quitar o eliminar las cicatrices paulatinamente, a medida que se provoca la renovación de las capas superficiales de la piel.
Dependiendo del tiempo transcurrido desde su aparición se requerirán más o menos sesiones de tratamiento, que normalmente son entre cinco y ocho.
Antes de empezar con alguno de los tratamientos con el láser es indispensable que se le haga una valoración médica al paciente para determinar si es necesaria una preparación previa de la piel con productos tópicos específicos.
Algunas de las recomendaciones que se hace a los pacientes que se realizan cualquier procedimiento sobre la piel es aplicarse una foto protección con FPS50 estricta, aunque a ser posible se recomienda al paciente que evite recibir directamente los rayos del sol.
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